- Título, año y país: Mon Oncle (1958). Francia.
- Director: Jacques Tati
- Género: Comedia
- Reparto: Jaques Tati, Jean Pierre Zola, Adrienne Servantie, Lucien Frégis, Betty Schneider y Jean-François Martial.
- Duración: 117 minutos.
Análisis de la obra desde un punto de vista arquitectónico
"Mon Oncle" (Mi tío), es una obra maestra del cine Francés de mediados de siglo. La película no tiene una trama compleja, sino que se limita a mostrar escenas cotidianas de una familia adinerada que reside en algún lugar de Francia.
La obra se limita a unos pocos escenarios, de entre los que destaca la vivienda unifamiliar de la familia protagonista; "Villa Arpel".
VILLA ARPEL
Esta es una vivienda extremadamente moderna para la época de la película, que cuenta con todo lujo de avances tecnológicos, sobretodo en domótica. Esta casa representa la arquitectura moderna de la época (primera mitad del S.XX) y la película constituye una crítica a esta y a su mal uso.
La casa de los Arpel es ridículamente moderna, hasta el punto que manda ella sobre sus habitantes. Tras ver la película nos damos cuenta de que la familia que habita la casa no vive cómodamente en ella. Se preocupan más de cuidarla y de enseñarla que no de disfrutarla.
La arquitectura ha de ser concebida como un medio al servicio del hombre, que le mejore y facilite la vida. Sin embargo, esta casa en su intento por lograrlo acaba consiguiendo lo contrario con elementos absurdos. La puerta del garaje que deja encerrados a los Arpel, el enorme jardín que es prácticamente impracticable por su diseño, con caminos incómodos y absurdos, la terraza de la habitación del niño, con barrotes o la cocina indescifrable son algunos de estos elementos.
Estos son todos elementos propios de la arquitectura moderna, con diseños innovadores y últimas tecnologías que no dejan de ser absurdos e inútiles en una casa que habría de ser todo lo contrario.
CASA DE M. HULOT
El otro escenario protagonista en la película es el bloque de viviendas en el que vive M. Hulot. Este es un bloque antiguo y desordenado situado en el centro urbano. La vivienda no parece tener un diseño pormenorizado, a diferencia de Villa Arpel. Este bloque parece más bien una unión de elementos sin mucho sentido que han dado lugar a la construcción que se ve en la película.
Sin embargo, la vida en este edificio es mucho más natural y sus habitantes parecen disfrutar más de ella que la familia Arpel, que vive en una "mejor casa".
"El fotograma"
En esta escena vemos a M.Hulot durmiendo en el sillón de casa de los Arpel. Sin embargo, el sillón está girado, habiendo cambiado el uso del mismo para que fuera más cómodo.
Esta adaptación de los elementos arquitectónicos a la necesidad o el gusto del ser humano para poder disfrutarlos es el mensaje que defiende la película. M. Hulot escandaliza a su suegro con este gesto, porque él no es capaz de adaptar la arquitectura a sus necesidades y sino que se adapta él a ella.
A parte de el sillón, M.Hulot utiliza la silla de perchero y la lámpara para dejar su sombrero. Elementos que no están concebidos para ello pero que él usa de la manera más conveniente para sí mismo.
Esto es de lo que trata la crítica de la película. De dejar que la arquitectura moderna domine y someta las vidas de los Arpel y de como personas como Hulot sí saben disfrutar de ella.