Análisis arquitectónico de "Charlie y la fábrica de chocolate".
En esta reflexión trataremos de analizar la importancia y significado de la arquitectura en la película "Charlie y la fábrica de chocolate" (2005), de Tim Burton. Esta película, protagonizada por Johnny Depp, revive el clásico de Roald Dahl, que ya fuera llevado al cine en 1971.
La película, protagonizada por Charlie Bucket (Freddie Highmore) trata de un afamado y excéntrico chocolatero que abre las puertas de su fábrica a 5 afortunados niños. Charlie y los otros cuatro niños (Que representan la gula, la avaricia y la soberbia) visitan la enorme fábrica, que esconde innumerables secretos de todo tipo y en la que la arquitectura dice más de lo que podría parecer. Sin embargo, no solo la fábrica si no toda la película esta plagada de planos, escenas y momentos en los que la arquitectura nos habla, y en esta reflexión trataremos de escucharla.
INTRODUCCIÓN (Créditos iniciales).
En la introducción ya observamos aspectos interesantes en lo que a la arquitectura se refiere. El primer plano se centra en la chimenea principal de la fábrica, y más adelante se nos ofrece un plano general de la misma, que no nos deja lugar a duda que es una fábrica. En ella se encuentran los elemento típicos de una fábrica de principios del s.XX como pueden ser las chimeneas humeantes, materiales rígidos, poca ornamentación y cubiertas en dientes de sierra. Con esto sabemos que el director ha utilizado deliberadamente los elementos distintivos y característicos de una fábrica a modo casi de cliché, no para darle veracidad (porque las fábricas reales de dulces no lucen así), sino para darle el alma de gran fábrica .
El siguiente plano es una vista aérea del barrio en el que se encuentra nuestra protagonista. Esta no se encuentra en una zona industrial llena de fábricas, sino en un pequeño pueblo industrial de estilo inglés de finales del S.XIX. (Casas bajas de ladrillo cara vista). De él destaca su pequeño tamaño, en contraste con la grandiosidad de la fábrica. Seguramente esto no es casual, y la demarcación de la gran fábrica junto a una población pequeña sea para darle aún mas importancia a esta, dejando claro el protagonismo que cobra en la película.
CASA DE LOS BUCKET
La casa de la familia Bucket esconde muchos mensajes. Solo con un primer vistazo, la casa nos habla del estatus social y económico de la familia, claramente humilde. Solo con un golpe de vista vemos también que la casa es singular.
Lo más llamativo es su forma. En mi opinión hay dos motivos por los que esto es así. No debemos de olvidarnos de que se trata del escenario de una película de Tim Burton. Sus películas no se caracterizan precisamente por la discreción y la regularidad, más bien al contrario. Y la casa de los Bucket ha sido uno de los escenarios en los que Tim Burton ha querido dejar su firma. Si este fuera arquitecto, sin duda sus obras serían así. La casa de los Bucket es, por tanto, Tim Burton trasladado a la arquitectura.
Por otro lado, la casa de Charlie es singular, diferente a todas las demás, porque él lo es. Un recurso muy empleado en el cine y en concreto en esta película es relacionar la personalidad de los protagonistas con los elementos de sus vidas y tratar a través de estos de contar al espectador como son sus habitantes. Se verá al final de la película (no spoiler) porqué Charlie es singular, al igual que lo es la fábrica. Esto no ocurre solo con Charlie sino con el resto de personajes, en los que la arquitectura nos habla de ellos. (Augustus Gloop, representa la gula y nos es presentado en la carnicería de su familia)(Veruca Salt es la avaricia y nos es presentada en su palacio)(Violet Beauregade representa la soberbia y se presenta en una sala rodeada de trofeos y medallas). En el caso de Charlie su casa representa su humildad. Es humilde y único, al igual que su hogar.
LA FÁBRICA
La mayor parte de la película se desarrolla dentro de la fábrica. Esta consta de innumerables salas, sin embargo en la película se muestran únicamente una pocas con detenimiento, a parte del mágico ascensor de cristal.
Los niños hacen su entrada a la fábrica por un enorme y largo pasillo que, irónicamente los conduce a una puerta estrecha. Esta da lugar, sin embargo a un espacio enorme. El escenario mas representativo de la magia de la fábrica. Se trata de un jardín enteramente hecho de dulces. Este presenta al igual que la casa de Charlie, formas irregulares y fantasiosas. Volvemos a ver indudablemente el sello de Tim Burton. El pasillo por el que se entra ya avisa de la grandiosidad y la importancia del sitio al que conduce, el jardín. Sin embargo llegamos a una puerta minúscula, por el que apenas cabe una persona. Esto provoca un efecto de contraste, por el que el jardín adquiere mayor importancia y jerarquía.
Funte de las imágenes: Amazon prime video
El siguiente escenario, al que se llega navegando por un río de chocolate, es un laboratorio, que sin mayor misterio, alberga investigaciones sobre nuevos dulces. Sin embargo, este lo hace al estilo de Willy Wonka, es decir, con máquinas inverosímiles. Para dar la sensación de que estamos en un laboratorio o "sala de inventos" ,como se llama en la película, el director abusa del uso de cables, tubos y humo y coloca la maquinaria de una forma totalmente caótica.
El tercer escenario es más inverosímil aún. Se trata de una sala circular de un tamaño desproporcionado en relación a la actividad que alberga. En ella decenas de ardillas abren nueces y desechan las cáscaras por un enorme agujero que va a dar a la basura. Este agujero es el centro de la sala porque es el elemento más importante. Desde el primer momento la pintura del suelo y la forma de la habitación nos llevan al agujero, que es dónde acabará la acción de la escena. Vemos aquí claramente que se rige por la idea de centralidad.
En la escena en la que se presenta este escenario, la niña caprichosa (avariciosa) acaba cayendo por es agujero tras intentar llevarse una ardilla a su casa. Esta es, bajo mi interpretación, una referencia a dos reflexiones quizás un poco simples, pero ciertas: 1. El dinero no lo puede comprar todo (ya que no consigue comprar una ardilla) 2. La avaricia y el gasto desmesurado pueden llevarte a caer en un pozo sin fondo. Todo esto ocurre bajo la atenta mirada de los demás personajes que se sitúan en un balcón elevado sobre la acción, como si de un espectáculo de tratara. La forma de sala por tanto no es casual, sino que imita un coliseo.
La cuarta y última sala que se presenta es la "Sala de televisión", también dedicada a la investigación. De ella destaca la excesiva cantidad de luz. Emplea para ello el color blanco en todos los elementos (incluso en la vestimenta de los oompa-loompas), clásico método para otorgar luminosidad a un espacio.
Esta escena puede ser interpretada como una crítica a ese uso excesivo del blanco en la arquitectura moderna, ya que al entrar los personajes están obligados a llevar gafas de sol para no dañarse la vista.
En la fábrica, a parte de las salas ya analizadas, encontramos también ejemplos de habitáculos o elementos enormemente interesantes. Destacan el ascensor de cristal y los módulos flotantes.
El ascensor de cristal no interesa por el material del que está fabricado, sino por la forma en que funciona. Este es capaz de moverse en todas direcciones (horizontal y vertical) e incluso salir de sus vías para volar más allá de la fábrica. Este ascensor en la vida real podría permitir la construcción de edificios nunca antes vistos. Con pasillos más largos o brazos que emerjan en forma de ramas sin necesidad de pensar en más que una comunicación vertical para toda la construcción.
Por su parte, las casas flotantes, hacen referencia seguramente a las casa que los oompa-loompas (trabajadores de la fábrica) construían en la selva. Esta interesante forma de huir de los depredadores aplicada al mundo moderno podría ser llevada a las ciudades del futuro para resolver problemas de espacio, construyendo sobre autopistas o vías de tren e incluso sobre el mar.
Por último, veremos cómo desde el comienzo de la película se nos adelanta a través de la arquitectura el final. La película concluye con la casa de los Bucket dentro del jardín de la fábrica de chocolate. Es decir, todos los elementos que son diferentes, con formas inverosímiles (aquellos que llevan la forma del director) están destinados a terminar la película juntos. Vemos en la imagen que los dos elementos se complementan a la perfección. A la casa siempre le faltó el jardín y al jardín siempre le faltó la casa. Ninguno de los dos desentona en el entorno que forman.
Por tanto, a través de la arquitectura Tim Burton nos estaba contando el final de la película.
